Luego de los primeros prototipos, el escocés Robert Anderson desarrolló el primer vehículo eléctrico de la historia, que funcionaba con una batería no recargable. Aunque no hay certeza de la fecha, se dice que esta creación se dio entre 1832 y 1839 y que era muy similar a un carruaje.
Más adelante, en 1881 en Francia, Gustave Trouvé mejoró la pila eléctrica y presentó un carro de tres ruedas. Y para 1888, Andreas Flocken creó el primer automóvil eléctrico de cuatro llantas.
La historia del carro eléctrico continuó con el carro diseñado en 1894 por los norteamericanos Henry Morris y Pedro Salom. Para 1899 los avances de esta tecnología seguían sorprendiendo al mundo entero, pues se conoció el primer vehículo capaz de romper el récord de velocidad para la época. Este auto denominado ‘La Jamais Contente’ fue conducido por Camille Jenatzy, quien logró superar los 100 km/h.
Gracias a este acontecimiento y a los avances en las baterías, los vehículos eléctricos comenzaron a tomar mayor fuerza en las ciudades. Por ello, en los Estados Unidos su producción aumentó en un 28 %.
La época en la que brillaron los carros eléctricos empezó en 1911, cuando Thomas Edison creó nuevas baterías recargables a base de hierro y níquel, que aumentó la velocidad y la autonomía de este tipo de vehículos.