Aunque el cambio climático es un fenómeno natural, las actividades del ser humano han acelerado y afectado este proceso, por lo que actualmente nos encontramos en un mundo sobrecalentado que necesita una acción inmediata para mitigar sus daños.
Desde que el mundo descubrió las ventajas de la industrialización y el uso asociado a los combustibles fósiles para hacer procesos más productivos y rentables, aumentó la emisión de gases de efecto invernadero (GEI).
Como consecuencia, la temperatura de la Tierra ha aumentado de manera prematura y si no tomamos medidas los glaciares se seguirán derritiendo, se incrementarán las mareas y el calor será tan intenso que tendremos múltiples incendios forestales.
Teniendo en cuenta lo anterior, el mundo ha visto en la electrificación una solución efectiva, que permite el fácil acceso a la electricidad, mejora la calidad de vida de las personas y, a la vez, conserva el medio ambiente.
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