La electrificación del transporte público en América Latina se ha convertido en una alternativa eficaz para enfrentar los desafíos medioambientales en las ciudades. En los últimos años, los gobiernos vienen avanzando en la adquisición de buses cero emisiones e infraestructura de carga para brindarle a los ciudadanos una movilidad más limpia y cómoda.
Además, se estima que con la implementación de flotas eléctricas, los países de la región podrían reducir cerca de 1.341 millones de toneladas de CO2 en 2050, según un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).