¿Qué es la eficiencia energética?

Hoy todos hablan de eficiencia de energía y tal vez por eso muchos la confunden con prácticas como usar bombillos LED o apagar las luces; sin embargo, la eficiencia energética es mucho más que eso.

 

La eficiencia energética es un proceso que lleva de un punto de uso  los recursos energéticos (luz, agua, gas, etc.) de una empresa a otro más eficiente donde se logren dos posibles resultados: aumentar la productividad con los mismos recursos o mantenerla usando menos recursos. Además:

• Es una mezcla de factores: Aunque haya empresas del mismo sector económico o con sistemas productivos similares, el uso de los recursos es diferente ya que influyen aspectos como maquinaria, personal, ciclos, usos, tipos de recursos, etc.; por esta razón el logro de la eficiencia energética de cada una  implicará o involucrará  (sugiero estas palabras, consistirá no me gusta tanto)en una solución distinta.
• Es customizable: partiendo del punto anterior, cada empresa iniciará con un análisis, teniendo en cuenta la particularidad de sus procesos, y estudiará minuciosamente estos factores para llegar a un modelo único que lleve a lograr o iniciar el proceso de la eficiencia energética.
• Es constante: la eficiencia energética es un proceso constante en el tiempo que debe analizarse permanentemente pues siempre habrá posibilidades de mejora.

Ciclos, usos, procesos, equipos, tiempos, consumos recursos y reemplazos energéticos son algunos de los elementos a tener en cuenta para analizar un modelo de eficiencia energética.

 

Para analizarla, en primer lugar se construyen líneas base para concluir cuál es el punto en el que se encuentra actualmente la empresa y ver como evoluciona posteriormente.

 

Y en algunos casos este análisis concluirá que tal vez no basta con reducir el consumo de kilovatios horas o metros cúbicos de gas, sino que es más importante invertir en un equipo a pesar de su valor económico ya que representará un ahorro en el proceso productivo a largo plazo.

 

Así, la misión del análisis es de acompañamiento para identificar en qué área de la compañía hay consumo extra y en qué área hay potencial de ahorro para conseguir o mejorar la eficiencia.

Porque los energéticos hacen parte de la estructura de costos del proceso de producción y cualquier ahorro que se genere repercutirá en las utilidades de una empresa, aumentando su valor económico, mejorando las utilidades brutas y netas, y beneficiando el proceso productivo.

 

Además, si una empresa monitorea periódicamente su proceso, podrá planificar a futuro un modelo de eficiencia energética que permitirá medir consumos, saber en qué área ahorrar y en cuáles invertir más.

 

Para esto será importante contar con equipos de medición adecuados que monitoreen permanentemente parámetros eléctricos o energéticos en general y determinen cómo se está comportando un proceso.

 

Además será fundamental realizar una auditoría que involucre a las diferentes áreas de la empresa para “ecualizar” su participación y obtener una armonía de eficiencia energética en la empresa; es encontrar el equilibrio entre los factores humano, productivo, temporal y económico.

Hay otras formas de buscar eficiencias que no se limiten a la revisión técnica del proceso, sino a revisar el proceso productivo y buscar alianzas innovadoras con otras empresas para optimizar costos o diversificar la producción.

Las crisis son oportunidades para las empresas. Por ejemplo, en tiempos actuales, si una compañía detiene o reduce su producción pero sus gastos fijos se mantienen, puede descubrir errores (anteriormente invisibles) como derroches de consumo o fallas en los equipos que evidencien la necesidad de revisión y mejora de su modelo de eficiencia energética.

Al descubrir sus propias oportunidades, la empresa desarrolla su eficiencia, entiende el porqué de un gasto y de un consumo, sabe exactamente por qué está pagando x o y cantidad, y deja de asumirlo como un gasto mecánico y problemático.